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Paz y Ciencia

domingo, 28 de noviembre de 2010

Afectos en "la bipolaridad como don"


Al cabo de los años, un hombre puede simular muchas cosas pero no la felicidad. Jorge Luis Borges.


Cada afecto que sofocamos produce la multilación de una parte de nuestra vida. De tal modo que, así como hay personas discapacitadas físicas o mentales, las hay, también afectivas.
La discapacidad afectiva es un mal bastante general en nuestra época, hasta tal punto, como en ninguna otra, han surgido numerosos caminos de búqueda para aprender a dar salida a esas energía sofocada...
Del mismo modo que el ahogo de los afectos conlleva, como consecuencia, la anestesia en segmentos de nuestra vida, su expresión coartada implica la generación del conformismo y la mediocridad.
No se puede tener medio orgasmo ni medio embarazo, pero en cambio, sí nos permitimos tener "medio enojo", "media depresión" o "un poco de celos". El desenlace es que concluimos siendo "mediocres emocionales". Y, entre la represión y la mediocridad, los afectos que no expresamos y en los cuales quedamos atrapados, se hacen síntomas. Así, la causa de nuestros síntomas radica en las emociones atrapadas en el pasado, que siguen siendo vigentes hoy, dado de lo que dejamos pendiente siempre retorna.
Sin embargo, es bueno tener en cuenta que eso que nos hace sufrir no es pasado. Usamos este concepto temporal sólo por una cuestión práctica pero, en realidad, lo que nos hace doler hoy es algo que no  hemos podido dejar atrás, que sigue siendo permanente actualidad. Que lo repetimos en este momento porque lo aprendimos, y no lo aprendimos porque no lo vivimos intensamente. Curiosamente, el pasado es lo que nos queda por vivir.
Para sanar de raíz los síntomas debemos, entonces, curar las emociones que están en la base de cada uno de ellos ya que los síntomas están en el lugar de un afecto que falta. Este proceso se ajusta a dos principios fundamentales:
- no se puede sanar una emoción en ausencia (ley de actualidad) y
- no se puede dejar atrás lo que no se vive primero intensamente (ley de la saciedad).
págs. 30-31 Eduardo H. Grecco: "La bipolaridad como don. Cómo transformar la inestabilidad emocional en una bendición". Kairós.

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